Un 10 de septiembre de 1919 el político y jurisconsulto cruceño Ángel Sandóval recorrió 650 kilómetros de bosques, arenales y pantanos para trasladar desde Puerto Suárez un automóvil Ford que fue el primero de Santa Cruz. A través de sendas tortuosas que sólo atravesaban los lentos carretones arrastrados por bueyes, y en otros casos abriéndose paso entre la selva virgen con altas temperaturas del Trópico, este personaje logró la primera conexión internacional automovilística entre Brasil y Bolivia, anticipando lo que habría de ser una ruta vial de acceso hacia el Océano Atlántico para un país mediterráneo como Bolivia.
La madrugada de aquel 10 de septiembre, Sandóval partió de Puerto Suárez, a orillas de la laguna Cáceres, acompañado de un turista inglés con quien había trabado amistad en Río de Janeiro.
La primera etapa contaba de 68 kilómetros, hasta el lugar denominado La Palmita, pasando por Los Yacuses. Aquella primera jornada, cumplida en nueve horas de trayecto, fue relativamente fácil, comparada con la siguiente que pasaba por El Carmen hacia San Fermín que tenía una distancia de 41 kilómetros y en la cual tuvo que empujar el auto, por los profundos arenales, tendiendo esteras de rama y abriendo sendas en algunos casos, según contó el investigador Santiago Jordán.
La etapa más dura fue cuando tuvo que pasar entre Pupuquecito y el río Curiche Tunas, al final del tramo tuvo que cruzar dicho río con la ayuda de diez personas sobre balsas nocturnas. De Tunas a Tres Cruces y de allí a la margen derecha del Río Grande tuvo que emplear dos días más, atravesando caminos inundados y pantanosos, que quedaban ásperos por las huellas de los carretones. Días después logró ingresar a las calles céntricas de la capital a las 16.00 del 25 de septiembre de 1919, rodeado de espectadores y curiosos.
otros datos
Problemas • La principal dificultad durante el viaje constituía la falta de agua, ante la imposibilidad de calmar la sed del propietario Ángel Sandóval y su compañero, además de refrigerar el motor. Metas • Ángel Sandóval había programado su llegada para el 24 de septiembre a fin de celebrar la fundación de Santa Cruz y a la vez la adquisición del primer vehículo.
